Primeros días: ``Tengo que abrir los ojos y ver más allá de ella´´. Ese fue mi propósito para año nuevo, ya habían pasado muchos meses y decidí poner en marcha mi plan. Demasiado pronto obtuve resultados.
Enero: Lo he dicho muchas veces, creo que no me equivoco si digo que fue el mejor mes de mi vida. ¿Por qué? Porque hubo varios días para apuntar en rojo en la agenda y sobre todo, para guardarlos con llave en mi memoria. Es como pasar de nada a todo en 25 días, lo que sentí entonces no lo he vuelto a sentir nunca. ¿El mejor día? Ahora pienso y creo que final de mes mereció más la pena que el inicio, pero para ser sincero, tengo que estar muy agradecido a esa persona que me dió el mejor inicio de año posible, la llamaremos la primera historia...
Febrero: Cuando dejas de buscar es cuando te llegan las cosas. La ocasión se me quedó grande y la desaproveché... Sin embargo, de los errores se aprende, y la sinceridad me la guardo para otra ocasión. De todas formas, fue bonito mientras duró.
Marzo: Tomé decisiones extrañas, pero lo volvería a hacer. ¿Me hice daño? Soy experto en eso, pero a la larga fue lo mejor. Para colmo, fui tan masoca que me embarqué en la segunda historia de este año, supongo que por la importancia que tuvo al cruzarse con la primera... También destacar el viaje a Extremadura, que sirvió para mucho más de lo que creía y cierto aniversario que tenía pendiente por ahí.
Abril: Mes de transición. Viaje a París y curiosidad por algunas personas...Efectivamente, era muy gilipollas y demasiado inexperto.
Mayo: Empecé el mes siendo un santo y lo acabé como el diablo. Me arrepiento, mucho, pero pienso que era ``lo mejor´´. La tercera historia fue la única que pudo tener final feliz, pero... ¿No quise?
Junio: Mes bastante chungo, últimos días de clase con mis compañeros de toda la vida y lo reconozco, lo pase fatal aunque no se me viera demasiado mal. Después empezó el verano, la mayor perdida de tiempo de mi vida.
Julio: El mes más tonto que he podido tener. Perdí el tiempo por cosas extrañas que no llevaban a ninguna parte, todo por un capricho. A partir de mi cumple, empieza el segundo asalto a la primera historia.
Agosto: Me la jugué todo a una carta y me salió mal. Me empeñé en algo imposible, cuando me di cuenta empecé a intentar algo que surgió al mes siguiente... Mi viaje a Nerja, lo mejor.
Septiembre: Vamos a ver, llega la parte más delicada del año. Lo que intentaba surgió, esta vez no fui tan tonto y miré por mi. ¿El resultado? Fueron cuatro días. Dije que fue la mejor manera posible de terminar el verano. No lo retiro. Se acabó un buen verano, que no olvidaré, tanto por lo bueno como por lo malo. Solamente tengo que decir que lo del final de mes sobró.
Octubre: No pienso decir nada fuera de lo normal de este mes. Gracias a la gente que estuvo conmigo entonces. Volví a intentar recuperar la primera historia, pero... Se acabó. Autoestima por los suelos, algo que se mantiene a día de hoy desde entonces. Mes de muchos cambios, demasiados de golpe, aunque uno se acostumbra rápido.
Noviembre: Sobraron tantas cosas en estos dos meses... Tomé decisiones como las de Marzo, de las cuales no me arrepiento y seguiré manteniendo en pie hasta que mi orgullo se recupere. Llamadme lo que queráis, pero sabéis que motivos tengo de sobra... ¿Lo mejor? Mi decisión de volver a la segunda historia.
Diciembre: ¿Improbable o imposible? Volvemos a la pregunta de siempre. Dentro de lo que cabe, ha sido de lo mejor del año, pero a estas alturas ya las dudas surgen. ¿Por qué? Ni yo mismo lo sé, será que ya veo las cosas de otra manera...
Últimos días: Miedo. Llegar hasta tan alto para caerme desde ahí... Quizás no, hablo demasiado, pero debería prepararme para ello. Dicen que viendo las cosas desde el lado negativo las alegrías son el doble y las penas no duelen tanto. Me conformo con que no suceda ninguna de las dos cosas, a decir verdad... Aunque se que me queda poco para jugar a ganar o perder. Fin de año va a repercutir en el inicio del siguiente, lo sé. Pero lo que no sé es lo que tengo que hacer ahora mismo, otra vez se me queda grande todo.
En resumen, he aprendido más, mucho más de lo que sabía en años anteriores. Supongo que habré madurado, al ver lo que he visto y sentir lo que he sentido. ¿2012? Si no tengo el único regalo de Navidad que tanto quiero, me gustaría que fuera igual que este año. No todo ha sido rosa, pero aquí se viene a luchar, no a quedarse mirando a ver que ocurre. Ya he descubierto que mi vida es una película... ¿Con final feliz? Eso no depende ahora mismo de mi, la decisión será de otras personas.
De parte del macho dominante: Feliz 2012 a todo el mundo, ¡que os vaya bonito!
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