A callarnos después. Porque no hace falta pronunciar palabra para entendernos.
A buscar excusas para quedarnos solos, y así recuperar el tiempo perdido.
A fundirme en tus ojos, en tí, a quedarme pasmado mirando tu rostro.
A adorarte en silencio, como sale de mi sin darme cuenta.
No puedo mentir.
No puedo ocultar.
No puedo morir, me siento eterno.
En una palabra: increíble.
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