sábado, 11 de mayo de 2013

Egoísmo

Cuando lloras, siempre gusta tener a alguien sobre quien apoyarte.
Sí, ese alguien durante mucho tiempo has podido ser tú cuando se te ha necesitado.
Y cuando pasa el tiempo, las cosas se curan.
Esas personas olvidan tan fácilmente que estuviste ahí.
Todo va tan bien que te dejan de lado.
Pues bien, a esas personas va esta entrada una vez llegado este momento.
Podría callarme, pero no me voy a guardar ni una injusticia más.
No solo sé escribir bonito, a veces también me sale escribir verdades.
Y la verdad es que la gente es tan mierda que me da asco.
Me da pena saber que a personas a las que tenía cariño ahora les tengo asco.
¿Sabes por qué?
Por el egoísmo.
Tantas lágrimas que no has dejado que los demás suelten, y cuando te llega a ti, pocos a tu lado.
No vale con un día. Vale con estar ahí siempre.
No vale con decir ''¿estás bien?''. Vale con hacer que estés bien.
Lo que un día te dieron, es lo que tienes que devolver.
Por eso, no me llamen amigo, porque amistad es dar y recibir.
Cuando sabes que la gente está diciendo las mayores gilipolleces de ti, sin tener ni idea de tu vida, duele.
Cuando te dan tantos palos que ya no sabes por donde ir.
Cuando tienes la sensación de estar solo, aunque no sea así.
Ahí se demuestra quien es amigo y quien solo piensa en si mismo.
Quizás yo cometa errores todos los días, puede que sea alguien que deje mucho que desear.
Tendré muchísimas cosas negativas.
A pesar de eso, si alguien me ayuda, podrá contar conmigo siempre que quiera.
No quiero más conveniencia. No quiero lágrimas cuando me vaya.
Solo lloraré con los que estuvieron y nunca se fueron.

Siempre se repite la misma historia: cada individuo no piensa más que en sí mismo.

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