viernes, 22 de noviembre de 2013

¿Y qué es justo?

Pasa el tiempo, voy aprendiendo al ver las cosas que me suceden, y me doy cuenta de que continuamente estoy tratando de mejorar mi forma de ser. En estos últimos meses estoy intentando separar lo que es justo de lo que no lo es. El resultado, al menos para mi gusto, es sorprendente, algo alejado a lo que yo creía.
Que tiremos la piedra y luego escondamos la mano.
Que demos nuestra palabra, y al tiempo rompamos con lo que dijimos.
Que luchemos contra todo, para luego vivir como si nada.
Que la culpa sea del otro, aunque sepamos que no estemos en lo cierto.
Que el orgullo esté por encima de lo que realmente queremos.
Que lo de fuera siempre valga más que lo de dentro.
Que decidas estar mal, cuando hay personas que tienen motivos para llorar y sonríen.
Que el tiempo no pare, mientras sigues en el mismo sitio.
Que los que más tienen se quejen, mientras los que menos aguantan sin hablar.
Que nos busquemos en las malas, porque en las buenas no nos hacemos falta.
Que los que menos se lo merezcan, se saldrán con la suya por encima tuya.
Que queramos lo que nos hace daño, y dejemos de lado lo que nos hace bien.
Que lo que te dan un día por tu propio esfuerzo, te lo quiten de golpe como si nada.
Que des siempre lo máximo posible, mientras recibes lo mínimo.
Que no olvidemos lo que nos duele, y sí los buenos recuerdos.
Que por mucho que nos levantemos, volveremos a caer en las mismas piedras.
Que a veces el dolor dure tanto, mientras la felicidad es tan efímera.
Que vivamos pensando en otros, mientras otros no piensan en ti.
Que lo que quieres, no puedes.
Que lo que puedes, no quieres.
Así, el mundo siempre será un lugar mucho más justo.


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