La culpa no es suya.
Es más, se que es mía.
No te metas donde no debes.
Cállate cuando sea necesario.
Guárdatelo, para ti, que solo lo sepan los tuyos.
No la cagues más, no hagas más tonterías.
Ya viviste esto una vez, la segunda no será tan dura.
Cree que puedes seguir tal como antes.
Si estás roto ya volverán a unir tus trozos...
Pero no vuelvas a buscar lo que no es tuyo en algo imposible.
A veces una silenciosa retirada a tiempo es la mejor solución...
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