Mis cartas sobre la mesa

Podrás ser sosa, podrás ser malaje, podrás ser tonta, podrás estar lejos de mi y podrá ser que tenga que aguantarme años sin volver a verte.
Sin embargo tengo claro que eres lo que quiero desde hace mucho tiempo.
Porque para mi no hay persona en el mundo más bella que tú, ni más perfecta para mi.
Porque eso eres para mi, eres más de lo que merezco, más de lo que hubiera podido imaginar.
Por este motivo me importa tanto el regalo que es que alguien como tú me diga te quiero todos los días, si me dices que me amas ya ni te imaginas.
Nena, eres algo que no puedo explicar con palabras desde aquí.
Pero tengo la certeza de algo. Tu serás para mi y yo para ti pase lo que pase en este tiempo sin ti.
Nunca te cerraré puertas, tú debes hacer lo que quieras, pero eso ya lo sabes.
Por eso la decisión es tuya... Es posible que decirte que quiero una vida a tu lado con esta edad es demasiado, pero creo que no me equivoco al decírtelo.
Es más, estoy seguro. ¿Por qué? Porque te amo. Te amo demasiado.
Tanto como para volverme un idiota que se lleva todo el día conectado para hablar contigo.
Tanto como para que los más ligeros detalles me recuerden a ti.
Y lo reconozco, tengo celos de todo lo que te rodea. De tu piso, tus amigos, los puentes, los parques...
Voy a ciegas contigo, si te caes nos caeremos juntos, si luchas estaré a tu lado, si te equivocas me equivocaré contigo, si te cansas nos cansaremos ambos. E intentaré con todo lo que pueda que nada ni nadie te haga daño.
Estoy ciego; pero si quieres, puedes. Y yo te quiero a ti.
No me falles y no te fallaré.