martes, 7 de agosto de 2012

Improvisando...


Hoy contaré una historia, pero no una cualquiera.
Es una historia que todo el mundo desea tener, pero que pocos se atreven a intentarlo.
Para que aquel que la lea la pueda entender, diré que tenga que echarle imaginación.
Imagínate que estás completamente a oscuras en un lugar. ''¿Dónde estás y a dónde vas?'' piensas.
Y de repente, una luz te ilumina, te guía tus pasos marcándote un maravilloso camino.
¿Lo entendiste? Pues bien, eres la luz que ilumina mi vida.
La luz que guía mis pasos, que me ha enseñado un camino que nunca pude llegar a imaginar.
Que fortuna la mía, que un buen día llegaras a mi vida...
¿Quién me iba a decir cuando te vi por primera vez que te ibas a convertir en alguien tan importante?
Eres ese algo que le da sentido a todo, que no se como, pero con un ''hola'' puede convertir mis días malos en un gran día.
Puede ser que no sea esa persona perfecta pero... ¿cómo demonios quieres que le ponga defectos?
¿Sabes? Quizás no tenga palabras para describir lo que me haces sentir.
Pero es posible que te puedas hacer una idea con lo siguiente que te voy a escribir.
Quiero ser el aire que respiras todos los días.
Quiero juntar mi casa con la tuya, verte todos los días al despertar, ser tu mañana, tu tarde y darte las mejores noches.
Quiero pisar tus huellas, seguirte al fin del mundo, pero sobre todo, demostrarte todo lo que eres para mi...
Los sentimientos se demuestran con los hechos, no con las palabras.
Y creeme, solo es el principio de la historia y no puedo describir con palabras la cantidad de cosas que me haces sentir día a día.
Muchísimas gracias por todo este tiempo, y prepárate para lo que nos queda por pasar.
Esto es solo el comienzo de un largo camino juntos...

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