'' El amor es como un motor de vivencia y supervivencia ante la vida, como algo que nos ayuda a elevarnos sobre los insabores y horrores de lo cotidiano incluso en los casos más extremos. A veces, la vida nos somete a experiencias horribles que debemos superar. Evidentemente, la guerra es una situación límite pero también en el día a día, en nuestra ''maravillosa'' sociedad, puede haber experiencias que nos condenen a un sufrimiento injusto para quien está aprendiendo a vivir con las ilusiones y el amor a flor de piel como bandera ''
Verás llegar la oscura noche, tras disfrutar del buen día. El sol cae allá a los lejos, uniéndose al mar en el horizonte como si regresara a casa. Te quedas mirando, sin darte cuenta se hizo tarde. Se fue, se perdió hasta un nuevo día, pero... ¿cómo estar seguro de que volverá a salir?
Se perdió, y saldrá la fría luna para ocupar su lugar. Un reflejo que llena el agua de amargura, las olas chocan contra las rocas pero ciegas por la penumbra. Barcos amarrados, el mar parece quieto cuando en realidad no para de moverse. La tristeza ha llenado aquello que antes era un regalo para los sentidos... ¿O es que tú no sabes apreciar bien esa belleza?
Nubes grises tapan un cielo que debería estar lleno de luceros. Un poco más lejos no hay nubes, pero las estrellas no pueden salir por culpa de la luz. ¿Cómo volver a contemplar al firmamento que nunca antes te había llamado la atención?
El sonido del mar te relaja, comienzas a acostumbrarte a la oscuridad. Atrás tuya queda la ciudad. Hacia adelante un mundo que parece cercano, pero que a la vez es desconocido. Sientes como la distancia crece con lo que ves cerca, que nada es como parece en un principio. Estás solo en un mundo cambiante. Tú contra tí mismo, tu cabeza contra tu corazón. Notas como poco a poco vas quedando herido de muerte.
¿Para qué volver? Lloras en silencio, sin derramar ninguna lágrima. La realidad se cierra: tu cuerpo calla mientras tu alma se desgarra gritando de dolor. El viento nunca para de soplar y te hace sentir un gran vacío, sientes su presencia en todo momento. Te encuentras en un pozo sin fondo.
La brisa sigue, las olas ciegas chocan contra las rocas, la oscuridad perdura. Todo cambia, sin embargo, nada permanece. Y así parece que será para siempre...
No obstante, ocurre. Alguien llega por detrás tuya y te tapa los ojos. Contra todo pronóstico, pero ahí está.
- Eh, déjate de tonterías, ya te echaba de menos.
No la ves, pero solo el hecho de escuchar su voz hace que se te ponga una sonrisa tonta en la cara. Apartas sus manos, aprovechando para cogerlas y apretarlas bien fuerte. Ves su cara. Miras el mar. Puede que no haya vuelto el sol, pero todo es mucho más bonito ahora...
¿Por qué será?
No lo sabes. Entonces te das cuenta de que todo acabó por un tiempo. Todo merece la pena.
No diré ''no lloréis'', pues no todas las lágrimas son amargas
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