Dicen por ahí que las personas tenemos dos caras...
En este blog quiero dejar lo que me está sucediendo día a día y lo que me ocurrió en un pasado no muy lejano, para eso he recuperado algunos tablones que hice no hace mucho.
Espero que os guste =)
Decía John Lennon que la vida es lo que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes, y tenía razón. Planeas tu matrimonio, la casa donde vivirás, el colegio al que irán tus hijos, planeas hasta el color que tendrá el puto sofá... Pero los planes son sólo un dibujo en una servilleta de papel; y por mucho que te empeñes, al final, tus planes le importan una mierda al resto del mundo. Y puedes ponerle cabeza, corazón o un taco de servilletas emborronadas con sueños, que la vida, tiene otros planes para ti...
Tenía razón porque a veces en un golpe de suerte te sonríe y a veces te clava un puñal por la espalda cuando menos te lo esperas. Y va pasando el tiempo, vas reconstruyéndote con cada caída, y vas saliendo adelante poco a poco. A veces la vida sigue, como siguen las cosas que no tienen ningún sentido. Otras se pasan los días volando, sabiendo que tienes un motivo para estar ahí y seguir luchando.
Hoy me miro en el espejo y tengo claro que no soy el mismo chaval de hace un tiempo, que a ese le he escondido y no tengo ganas de que salga.
Pero, ¿sabes qué?
Él está ahí.Y sin esa parte de mí, no tendría posibilidad ninguna de mantener a la gente que tengo al lado en mi vida. Sin él yo no soy nadie. Y aunque lo guarde para que nadie pueda hacerle daño, forma parte de mí.
Podría decir John Lennon que mis planes le importan una mierda al mundo, lo que no tuvo en cuenta es que la vida está en gran parte compuesta por sueños. Solo hay que seguir luchando para conseguirlos.
Te paras un rato a pensar.
Unos cuantos tragos después de cerrar el libro.
Habrán pasado meses, días, horas...
Da igual.
El calendario ya no importa.
El reloj quedó enterrado.
¿Puede alguien encontrar algo tan pequeño entre tanta arena?
No lo sé.
Ya no queda nada, ni siquiera los restos del naufragio.
Hace ya mucho de aquel día en que la niebla caía entre las montañas.
De ese principio de un fin ya anunciado.
¿Te diste cuenta?
Nos gusta lograr imposibles.
Nos gusta aprovechar cada última gota de una posibilidad diminuta.
Escurrirla hasta el punto de dejar todas tus esperanzas en una sola opción.
Y ésta se va, se pierde como el humo.
Sin dejar ni rastro.
Y caes.
¿Sabes?
Me he convertido en todo lo que odiaba de ti.
Lo mejor es que no he tenido que dejar de ser quien soy.
He mantenido mi esencia.
Y te levantas.
Pero ya no soy el mismo.
Orgulloso de todo lo que he conseguido cuando ni yo mismo daba un céntimo por mí.
De darme a valer cuando tenía la sensación de no valer nada.
De saber que por muy difícil que fuera levantarse, si lo conseguía sería mejor.
Porque equivocarse significa un error, un error significa aprender y aprender lleva a levantarse.
No seré el mejor.
No seré un ejemplo.
No tendré una vida en la que no me equivoque nunca.
Sin embargo, aprendí.
No voy a dejar que caiga nunca más.
Es el camino para empezar a perdonarme.
De buenas a primera te topas con la realidad, esa que dicen que duele tanto.
De primeras te encuentras desorientado, como quien pierde el norte.
Sin embargo, cuando te acostumbras, aprendes a ver las cosas de otra manera.
El dolor te cambia.
Te das cuenta de que debes quererte a ti mismo para poder querer a otra persona.
Descubres que no vas a cambiar nada si tu reflejo en el espejo te devuelve una sonrisa triste.
Y que un solo hecho vale más que mil palabras.
Harto de promesas, de mentiras, de palabras sueltas que se borran como hace la marea con los escritos en la arena.
Y te das cuenta.
No hay mejor solución para un día malo que echarse a dormir y que empiece uno nuevo.
La vida es como la marea.
Unas veces, en lo más alto, te permitirá borrar las huellas que te dejaron.
Otras, en lo más bajo, te dará la oportunidad de escribir de nuevo.
Al fin y al cabo, todos buscamos no recordar el olvido.
El olvido de quien se fue y no va a volver.
El olvido de quien está y se fue.
Y el olvido de quien no está aunque no se fue.
No obligues a nadie a quedarse a tu lado.
Siéntete vacío cuando los que te rodean no te aportan nada.
Y siéntete afortunado cuando alguien sin necesidad de estar a tu lado te haga sentir bien.
Mírate.
Si el dolor nos hace más fuertes, será porque nos hace aprender mucho más.
Date cuenta de que siempre es necesario equivocarse una vez más para saber que estabas equivocado.
¿Sabes?
La historia la escriben los que luchan y vencen.
Los que arriesgan, no los que se quedan mirando.
Los que caen con la misma piedra y se levantan.
Los que no se rinden.
Abre los ojos por fin y te darás cuenta de que no es una pesadilla lo que vives.
Uno no tiene la oportunidad de elegir soñar una pesadilla.
Sin embargo, puedes elegir hacer de tu vida una pesadilla o tu lucha.
Tú tienes la llave.
Abre los ojos.
Dicen que el fútbol no puede enseñarte cosas... No has de ser el mejor. No has de ser el más rápido. No has de ser el más guapo. No has de ser el más alto. No has de ser el más fuerte. No has de ser el más listo. Solo tienes que ser tú mismo y creer en ti, porque al final todo llega para el que no deja de luchar. No te hace falta un balón de oro porque ya tienes dos entre las piernas. Y si alguien sigue diciendo que el fútbol es solo un juego, es porque nunca te vieron jugar. ¡Gracias Puyi!
El mismo lugar.
El mismo aspecto.
La misma persona.
Nada es lo mismo.
El tiempo va borrando huellas en nosotros como el mar lo hace en la arena.
Sin embargo, todo sigue igual.
Sigue siendo el mismo lugar.
Sigue teniendo el mismo aspecto.
Sigues siendo la misma persona.
Quizás en eso consiste, en que todo sea distinto sin dejar de ser lo mismo.
En que todo lo que viene se va, y todo lo que se va vuelve.
Todo evoluciona, y en la esencia sigue siendo lo mismo.
Nunca dejaré de ser yo, y nadie lo podrá cambiar.
Solo el tiempo me hará borrar algunas huellas.
Lo que no sabe es que por mucho tiempo que pase seguirá siendo la misma playa.
Será la misma arena donde dejaron huellas.
Siempre serán los mismos ojos los que verán lo que yo veo.
Y nunca dejarán de ver lo mismo, pero distinto.
El tiempo sigue pasando, y con él, sigo aprendiendo. Aprendiendo que se puede estar solo rodeado de muchas personas, y acompañado sin necesidad de tener a alguien a mi lado. Que lo que un día empieza debe acabar, y también que aquello que acaba sirve para que algo nuevo empiece. Que un gesto, un simple apretón de manos, dice más que cualquier palabra. Que son muchas personas las que prometen, pero pocas tienen lo que hay que tener para cumplir. Que detrás de una sonrisa pueden estar escondidas mil lágrimas, y que tras mil lágrimas puede aparecer esa sonrisa que te quita el sueño. Que todo el mundo necesita a alguien que le tranquilice y le diga que todo irá bien a pesar de todo, incluso yo. Que todo esfuerzo tiene su recompensa si se intenta hasta el final. Que cualquier persona pierde el control si tocan su punto débil, y que los sucesos más duros son aquellos a los que no les encontramos explicación. Que o pisas o te pisan y que la solución a los problemas nunca será esconderse. Que el único que aguanta en mi vida desde siempre conmigo he sido yo, que la única manera de saber que estoy equivocado es equivocándome una vez más. Y que, al fin y al cabo, nadie se muere por nadie. Es como un jarrón cuando se rompe, puedes volver a juntar sus trozos, pero ya no va a volver a ser el mismo porque está roto. Será que la frase de la que he aprendido mejor el significado es un ‘’que te importe quien te aporte’’. O será que me cansé de echar de menos a quien no supo echarle cojones. El mejor de los pecados el haberte conocido. XXIX.
Las personas no son para siempre, son temporales. Rara vez encuentras a alguien que aguante toda tu vida contigo. Si las cosas son así, y te hacen daño, tienes que dejarlo de lado, por mucho que te duela, por mucho que le quieras.
Es como un jarrón cuando se rompe, puedes volver a juntar sus trozos, pero ya no va a volver a ser el mismo porque está roto.
Nadie se muere por nadie.
Y si al principio cuesta, después el tiempo te dirá que hiciste lo correcto