Las personas no son para siempre, son temporales. Rara vez encuentras a alguien que aguante toda tu vida contigo. Si las cosas son así, y te hacen daño, tienes que dejarlo de lado, por mucho que te duela, por mucho que le quieras.
Es como un jarrón cuando se rompe, puedes volver a juntar sus trozos, pero ya no va a volver a ser el mismo porque está roto.
Nadie se muere por nadie.
Y si al principio cuesta, después el tiempo te dirá que hiciste lo correcto
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