''El silencio es un espacio, una oquedad donde nos refugiamos pero en el que no estamos nunca a salvo. El silencio no se termina, se rompe; su cualidad fundamental es la fragilidad y el epitelio sutil que lo circunda es transparente: deja pasar todas las miradas...''
A la persona que está leyendo esta entrada le diré lo siguiente: te puede llegar un momento en el que tienes que decidir entre lo que está bien y lo que está mal. Puedes reaccionar ante eso de muchas formas, pero tarde o temprano no te quedará otra opción que escoger. Y a partir de ahí empieza el juego de ganar o perder, pero no quedarte tal y como estabas.
Bien, yo decidí una vez entre lo que estaba bien y lo que estaba mal, entre dejar perder lo que yo quería para que estuviera bien o dejar que sufrieran por mi. Muchos meses después, ya sé lo que se siente en las dos caras de la moneda, y es ahora cuando estoy más orgulloso de haber hecho lo que hice.
Me podrán decir que no fue propio de mí. Yo digo que no me arrepiento de haberlo hecho. Pero lo que si me hubiera gustado cambiar es todo el dolor que se pasó por mí, y más ahora que yo he visto lo que cada una de las personas de esta historia sufrieron. Lo siento mucho, ojalá hubiera sido alguien mejor y nada hubiera pasado. Pero las cosas grandes a mi me abruman, yo estoy llamado a hacer cosas pequeñas...
Solo puedo prometer silencio a ratos, lo siento. A veces si quieres a alguien tienes que comprender que lo mejor es dejarle ir. Si es necesario, el destino volverá a actuar...
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