martes, 11 de septiembre de 2012

Nada, todo, siempre

Si te das cuenta, nada y todo vienen a ser lo mismo.
Porque en la nada siempre hay algo, y el todo siempre acaba en nada.
Es difícil de explicarle a alguien entonces lo que sientes si es de verdad.
Porque no le puedes prometer darle todo, ni puedes dejar que no tengáis nada.
No puedes decepcionar ni pasarte. No puedes recibir y no dar.
Crees que lo has visto todo y esa persona te sorprende cada día con una cosa distinta.
Puedes estar cerca o lejos. Puedes ser pasota o cariñoso.
Pero no puedes dejar que se te escape por muy raro o muy complicado que sea.
Uno no hace el trabajo de dos, pensando que uno no puede vivir sin el otro.
A veces piensan que dejarlo es la mejor opción cuando se ve que las cosas no son iguales.
Otras personas se dejan la piel por volver a lo que era antes, que es lo que hay que intentar siempre.
No sales de algo tan grande en tres días. A decir verdad nunca sales.
Y compartiste momentos con esa persona que no puedes borrar ya.
Los recuerdos siempre se van a guardar en tu memoria...
A unos les toca reír. A otros llorar. Otros parece que ni se inmutan.
¿Pero de verdad ésto es así? Porque donde hay fuego cenizas quedan...


Puedes olvidar mi nombre. Puedes olvidar mis besos. 
Pero en el aire permanece mi voz y mi recuerdo... 

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